Tips para una piel saludable después del ejercicio
Un buen ejercicio es bueno para el cuerpo, para el alma y para la mente. Pero para tu piel, un ejercicio aeróbico intenso puede tener efectos mixtos, a menos que cuentes con la rutina de limpieza y reacondicionamiento correcta para después entrenar.
Bombear sangre es bueno para la circulación: vas a lograr ese brillo de piel saludable que todos buscan. Sin embargo, toda esa transpiración puede deshidratarte y deshidratar tu piel (aunque tomes mucha agua), y tendrás un mayor riesgo de poros tapados.
Los expertos dicen que, con los pasos correctos de limpieza e hidratación, podrás ayudar a que tu piel se recupere después de un día exigente en yoga, en la bicicleta o en el campo de entrenamiento, y llevar ese brillo saludable que tanto te costó al siguiente nivel.
Paso 1: Limpieza
Después de entrenar, tu principal prioridad es la limpieza. Limpiar para eliminar el polvo y la grasa es importante, según los expertos de NEUTROGENA®, porque los restos de maquillaje y polvo pueden mezclarse con la grasa y el sudor, lo que genera irritación y poros tapados. Es decir: una limpieza cuidadosa e integral es fundamental.
Es ideal ir sin maquillaje al gimnasio para mantener la piel tan limpia como sea posible. Sin embargo, si tienes que cubrirte un poco, elige una base liviana, que te ayuda a mantener los poros despejados.
No obstante, independientemente de que elijas usar maquillaje durante tu clase de spinning o no, tienes que limpiarte inmediatamente después de transpirar. Puedes usar el limpiador que prefieras, pero un paquete de toallitas limpiadoras es la solución más práctica (y sin riesgo de derrames) para el bolso del gimnasio. Además, la textura de las toallitas de tela hace que los ingredientes limpiadores del producto eliminen suavemente todo resto de sudor, polvo, grasa y maquillaje de tu piel.
Paso 2: Hidratar
¿El próximo paso en la recuperación de la piel después de transpirar? El hidratante, que reacondiciona la piel deshidratada y la deja suave y radiante.
Sorprendentemente, según los investigadores de NEUTROGENA®, no hay evidencia científica que indique que la cantidad de agua que tomas afecte tu piel. Así que, además de tomar agua para hidratar tu cuerpo, tienes que usar un hidratante para que toda la humedad que perdiste durante el entrenamiento vuelva a tu piel.
Sin embargo, como es probable que sigas transpirando, tienes que garantizar que el hidratante que uses sea no comedogénico, es decir, que no atrape bacterias ni tape los poros, lo que puede generar granitos y puntos negros.
Los hidratantes convencionales pueden ser grasosos porque quedan sobre la piel, lo que crea una barrera que evita la pérdida de agua y hace que se sienta suave. Es mejor usar hidratantes profundos, de adentro hacia fuera, para fijar el brillo y generar una flexibilidad más duradera.
Una opción es un producto como el hidratante HYDRO BOOST®, que tiene Ácido Hialurónico, un compuesto que se da naturalmente en la piel. La ayuda a conservar la humedad y penetra inmediatamente, sin dejar residuos grasos.
¿El último paso?
¡No te olvides de agregar el producto con FPS que prefieras antes de salir a la calle!
Así como cualquier entrenamiento cardiovascular garantiza un corazón más saludable, el uso habitual de un producto de amplio espectro con un FPS de al menos 30 garantiza que el brillo que tanto te costó esté saludable y protegido. La protección diaria contra el sol es fundamental para prevenir el daño, el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
Siempre que utilice un producto de protección solar, lea atentamente el rótulo y utilice de acuerdo a lo indicado
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